Inauguramos sección de curiosidades en este blog, ¿Por qué? Pues porque muchas veces nos encontramos con preguntas interesantes, pero que no dan como para una entrada de gran envergadura.
Empezamos hoy hablando de Venus; se dice de este planeta que es el gemelo de la Tierra, ya que su tamaño es similar, así como su satélite a la luna (como podemos ver en la imagen más abajo).
La órbita de Venus tiene un radio medio de unos 108 millones de kilómetros (la de la Tierra tiene unos 150 Mkm). Aunque, como las órbitas de todos los planetas, tiene forma elíptica, la elipse de Venus es prácticamente una circunferencia: tiene una excentricidad de tan sólo 0,01. A esta distancia del Sol la órbita tiene un período de unos 225 días terrestres. Nuestro año es más largo, pero no mucho más. 
Venus gira sobre su eje a una velocidad extraordinariamente lenta, tarda 243 días terrestres en girar una vez sobre sí mismo, es decir, en Venus un día es más largo que un año. Pero, además, Venus gira “al revés”, su movimiento de rotación es contrario al de su traslación alrededor de la estrella: es una rotación retrógrada.
¿Por qué Venus tiene una rotación lenta y retrógrada? Todos los modelos del Sistema Solar temprano tienen rotaciones rápidas para los planetas. Las dos posibilidades más consistentes para explicar este movimiento son el impacto de algún cuerpo sobre el planeta o el efecto de marea de la densísima atmósfera sobre la rotación del planeta.
Por otro lado, el eje de rotación de Venus es prácticamente paralelo al de traslación. Mientras que la Tierra está inclinada unos 23º, Venus tiene sólo unos 3º de inclinación. Esta característica, combinada con la casi perfecta circunferencia de su órbita, hace que no haya estaciones en el planeta: el tiempo atmosférico es prácticamente igual todo el año.
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